3 de mayo de 2013

CRITERIO...

Hay muchísimas personas en este planeta que cada día tienen grandes tensiones emocionales, físicas y espirituales, más que todo, basadas en el hecho que siempre han buscado con la mente explicar (!) todas las cosas que suceden a su alrededor y tener absoluto control sobre esos hechos, aún si éstos no tenían (ni tienen) nada que ver con el planeta ni sus sociedades. Dicho de otro modo: a casi toda la humanidad le cuesta asimilar (sobre todo hoy día) que su mayor confusión mental y espiritual proviene al querer controlar todo su entorno, que se han convertido en seres hipersensibles, enfadadas con todo “el sistema” porque lo considera el culpable de tantas "injusticias" que pasan en este mundo constantemente. No se han dado cuenta que si precisamente existe un “sistema”, no ha sido ni por menos ni mucho, creados por nosotros mismos. La política, las religiones, las economías, los dogmas y las ideologías tienden a influir sobre el hecho de atacar y maltratar a otros de los cuales muy poco sabemos y que ni siquiera conocemos físicamente.

Es aquí mi pregunta: ¿qué sociedad mundial puede ser civilizada si se ataca a personas de manera tan visceral si ni siquiera conocen (o desean conocer) de su día a día, no saben de sus sentimientos, no saben su historia, y sin embargo le entierran el hacha ególatra de la muerte social?. Es hora (desde hace mucho) de asumir los grandes cambios que ya ocurren, y dejar la necedad y terquedad de maltratarnos, ofendernos y maldecirnos sólo por pensar distinto, por sentir distinto, por querer hacer las cosas distintas en cada una de nuestras vidas. La pérdida más grande no vendrá del cielo ni de la Tierra: vendrá desde lo más profundo de nuestras almas, cuando nuestra conciencia nos pase la factura de ser tan descaradamente desleales y tan neciamente ególatras.

Ninguno de nosotros escapamos a esa irresponsabilidad que hemos mantenido por milenios. Lo que hoy tanto nos quejamos, son simplemente consecuencias de cometer los mismos errores generación tras generación, durante siglos. Y eso no se solucionará culpando a unos y salvando a otros. Se solucionará cuando entendamos el papel que cada uno nos corresponde y la importancia que todos los habitantes de este planeta tenemos entre nosotros mismos: la tan mal incomprendida hermandad.

La humanidad aún no entiende que todo lo que vivimos, son secuelas de una alteración colectiva proveniente de todo aquello que no comprende, por querer abarcar más de lo que puede. Al querer interpretar todo según sus conocimientos y conveniencias, es todo aquello que hoy conocemos por religiones, política, dogmas, ideologías y sociedades. La humanidad aún no entiende que el Universo jamás ha dejado de evolucionar y que este mismo Universo no va a detenerse por nosotros. Muy pocos nos hemos dado cuenta que no es con creaciones o aplicaciones de nuevas tendencias o ideologías de cualquier tipo, sino el RESUCITAR la convivencia humana en el único mundo que tenemos y tendremos.

¿Cómo deseas encontrar la paz en ti mismo, si al mismo tiempo buscas la guerra fuera de ti? Un guerrero no pelea por las convicciones de su mente, lo hace por defender en lo que él cree y siente que habita en su espíritu. Lo único malo de todo lo que ocurre es que el ser humano va a tener la tendencia, como siempre, de darle todo un hálito religioso, especulativo y escéptico a lo que sucede y sucederá. Pasará aún mucho tiempo que se comprenda que estamos frente a una evolución constante de la Tierra y el Universo, y ello es algo obligatorio.

Empero, la humanidad sigue encarada a hacer las cosas más difíciles de lo que ya son. Persiste en querer atravesar un camino que se queja de andar, incluso, acusando a "espíritus" y "demonios" de todo ello. Se desvive por enfocar lo que no quiere, cuando no se siente capaz (?) de mantener la alegría de lo que sí desea. Esto y más jamás ha sido necesario para el desarrollo evolutivo, sólo que (tontamente) el ser humano ha considerado esa posibilidad (las guerras internas) un "mal necesario" porque siempre ha sido conducta humana el sentirse maltratado para así justificar sus incoherencias interiores, a través de expresiones exteriores. Por ello el ser humano siempre tiende a culpar a otros de lo que de por sí es su propia responsabilidad.

Eso sí, una cosa es que el camino tenga piedras, otra cosa muy distinta es que tú mismo coloques esas piedras. Mientras quieras siempre dar lo mejor de ti, siempre lograrás alcanzar todo lo que te propongas, aún aquello que la sociedad y las religiones consideren como "imposibles" e "inútiles". Son necesarias las tribulaciones que traen consigo las piedras en el camino para perfeccionar tu existencia, para mejorar tu andar, pero jamás les huyas porque estarías fosilizando tu vida al depender de los demás y DE LO demás. Es ahí por el cual se depende del "qué dirán", del estar pendiente de la "vergüenza con los demás", ¿Qué vergüenza puede causarte el que experimentes SI HAS LLEGADO A UN PLANO PRIMARIO DE EXISTENCIA QUE PRECISAMENTE SE CREÓ PARA QUE EXPERIMENTES? ¿qué puede preocuparte por el qué dirán si estás en proceso de EVOLUCIONAR?; por supuesto, si tu andar es alimentado por la fuerza de tu necedad al hacer las cosas a tu modo y, con ello, "llevarte al mundo por delante", puedes tener por seguro que tu andar será muy difícil y doloroso. Sin ninguna necesidad.

Como dije en la bienvenida, mucha tela que cortar y poco tiempo para andar...

Muchas gracias por existir y hasta muy pronto.-